Recuerdo lo que decía la carta y me embarga un sentimiento de nostalgia y de incertidumbre también. Me hacen cuestionarme cosas que ya no están en mis manos y que, ciertamente, me hacen ver que sentirme así -aún- no es muy lógico que digamos, cuando hay más cosas que ni deberian ser... pero ahí están, latentes.
Los recuerdos materiales que no damos, cuando los guardamos y tiempo después los volvemos a ver, son cuando más duelen.
Y sí, adivinó usted: mi cuarto no ha sido barrido desde hace mucho, mucho tiempo.
6 comentarios:
yo por eso nunca barro.
la aspiradora sólo se lleva el polvo.
el polvo no trae recuerdos.
sólo polvo.
polvo, pero polvo enamorado, como dice Quevedo.
Ay, las cartas... y ahora, de vez en cuando, los emails. Pero hay que dejarlos y dejarlas ir, soltar sus manos. Incluso aprender a dejar ir las palabras, tantas ya.
Y enseñarles a que nos dejen ir también. O nos volvemos espectros.
De cualquier forma, todo se va, pregúntale al polvo...
vale, que bien resulta escribir con tu propio puño. Es diferente, incluso, cuando se lee, se pueden sentir las palabras y las letras aún más, y hasta se pueden descubir cosas ocultas entre los espaciados y las lineas.
que serio es este blog a diferencia de "balaceras"... le encontré por casualidad seño. x)
saludos de seres superiores a uds, humanos
Reincarnation
MUY INTERESANTE, SALUDOS A TODOS Y SEAN FELICES.
Los recuerdos, a veces no se si ya no quiero tenerlos, que pasa si desaparecen? creo que una parte de uno mismo desaparece, entonces es una paradoja, no es asi?
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