Estas manías que no se quitan tan fácil, todo eso que llevamos arrastrando. Como si hubiéramos estado mucho tiempo en el mar y no podemos salir por las algas que se entrelazan con nuestros tobillos. Así -me gusta pensar- es el pasado: eso que nos mantiene en el mar, agarrándonos del tobillo, del torso, de las manos. Del cuello.
**
El faro. lejano, llegas a él.
Y los que menos esperas,
ellos son los que lo vuelven a apagar.