Uno Punto Cero

domingo, 9 de diciembre de 2007

(*)


Las sombras que quedan en muchos recuerdos,
como la sensación que emanaba del mutuo deseo,
las huellas que dejaban tus labios en mi pecho
y el contacto agresivo de tus dedos con mi piel;
son la captura de una fotografía en blanco y negro
que se desvanece cuando te dejo de pensar.

La voz ondulada que viaja en el viento
que sale lentamente de tus labios
los cuales se deslizan entre mis oídos y mi sien,
es el acorde que no me deja avanzar,
que me hace bajar con rendición la mirada;
me dejas sola, vacilante y lo que queda es callar.

Sintiendo el silencio abundante que nos escolta,
el abismo y el vértigo que hay entre nosotros,
en la tarde que se acaba y el frío que nos cala,
descubro el vacío que entre nuestras manos ahora está.
Ahora que no te veo, me doy cuenta que no hay más:
no hay escape, no hay miradas ni mañanas qué esperar.

2 comentarios:

sirako dijo...

una vez besé a una chica a destiempo. me dijo "ahora, regresa al ahora" no he podido volver desde entonces.

Dark Light dijo...

El mutuo deseo, las huellas, el viento q sale de sus labios, bajar con rendición la mirada, el abismo entre nosotros, q no haya escape... todo eso, hoy es tan familiar... q duele...

 
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