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La verdad es que me doy cuenta que, aunque uno intente ser discreto, siempre habrá una manera de regresar a lo que has hecho en el pasado. Escritos muy malos de tu juventud, fotos que editaste pensando que serían bonito detalle, nombres que hubiera sido mejor que abreviaras con una inicial, que, al mismo tiempo, también podía ser falsa. Dibujos, cartas, el hecho patente de que las cosas ya no son. Retengo mis cartas, retengo mis fotos. No me deshago tan fácil de los recuerdos, porque es algo que no puedo. De cada persona que conozco, guardo algo que me hayan regalado, porque soy una persona que se arraiga al pasado, como si algún día volverá. Como si algún día volveré a escuchar esa canción por primera vez, si algún día volveré a sentirme de esa manera, si algún día volveré a besar por primera vez. Lo bonito de la primera vez, de la primera palabra, de la primera mirada, de la primera sensación, es que descubres. Tiempo después, todo cambia. Y te preguntas si algún día volverás a ser magia.