1.- Hablar con I. por 5 horas llegando de la escuela. No importaba que al siguiente día nos viéramos.
2.- Mi primera clase de cello, que fue el mismo día de la tragedia de las Torres Gemelas.
3.- Cuando soñé que reía y desperté riendo.
1.- Cuando reprobé una materia en la prepa por un deliz de estupidez mio (estaba cegada).
2.- Cuando se me olvidó que había examen de Augusto Comte en la prepa y tuve que copiarle todo a mi amiga Lillión (me molesta demasiado copiar, DETESTO copiar, pero esos exámenes eran de diez o cero).
3.- Una vez que me caí y el chico que me gustaba en secundaria lo vio (aunque no se rió, pero se sintió feo).
1 comentarios:
Oh, sí hay conversaciones que se prolongan horas y horas. Cómo se gozan. Son tan variadas. Ahora recuerdo a Juanita, a Paola la de los viajes, ¡Luc!... el dinosaurio amador, en fin. Hummm.
Dioxes de papel, me muero, hay cuestiones q no se olvidan. Inspirador este post, Octopus Queque.
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