Hay ciertos momentos en la vida en que, cuando la gente (entendiendo aquí por "gente" algo así como tu persona más cercana de alguna esfera vivencial) empieza a fallarte, es cuando más la necesitas. Y no puedes decir nada, porque hay tratos, hay deber, hay limitaciones y la institución de la promesa.
Y necesitas una bofetada. Una bofetada ajena que te diga "Nada va a salir bien y lo sabes".
Y la gente falla.
Y tú tocas fondo, pero sigues cavando.
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4 comentarios:
Esperaría algo como: "Yo puedo ser tu bofetada".
Pero hay que ver dónde pone uno las vísceras.
yo sería tu bofetada, pero tengo cosas que hacer. creo que mas bien te fallo.
Ay Elsa, espero que tramites las bofetadas con la escritura porque de otra manera después da cavar en el fondo te veo con una pistola tirándole de tiros a la gente en el metrobus o en la escuela.
Octopus, me pregunto si una no le falla a su vez a los amigos. Eso pesa cuando uno los ama y plaaaf, les falla. Pero niet, aquí estamos y a mí me gustaría reírme mucho contigo y también lagrimear si dan ganas.
En fin, quimérica me pongo.
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