Dime

domingo, 20 de noviembre de 2005

Dime a quién engaño. Por más que trato no resuelvo esto que esta a punto de estallar. Me tapo los ojos y siento cómo la cabeza está a punto de volar en mil pedazos. La sangre está a punto de correr y yo sin respuesta alguna. Me encanta, lo admito, no puedo dejar de escribir, de pensar, de teclear lo mucho que me encanta estar así...aunque podría estar mejor. El corazón, bombeando sangre, los pies moviéndose mostrando nervios, terror a la fatalidad, falta de paz, falta de todo. Odio esconderlo todo. La presión llega y No. Para todo "No". Pero era mejor así. Ver, observar, esperar. Tal vez.
Dedos índice y pulgar a los ojos, frotando fuertemente, como queriendo descubrir las etmoides. Veo el reloj, me duelen los hombros. La correa de mi reloj se ha roto. Oh! Desdicha!

Ahí es cuando uno duda si todo lo que se hace vale la pena. ¿Tarde se hace? no. Nadie sabe qué es, pero molesta y gusta, tarda. Gusta, en las entrañas, en las manos, ese placer infinito en el pecho antes de rodear algo: una imagen, una sinfonía, un cuerpo, tu cuerpo. Poco tiempo, que tarde se hace ya. Cada vez más noche, más oscuro se ve el horizonte, a lo lejos. Lontananza. Los vestidos se mueven deprisa mientras se corre por el camino indicado (?) Nadie lo sabe, nadie, la presión cada vez más alta y nadie hace nada, por que, tal vez, a nadie le importa. Ni a mi. No, claro que sí. O tal vez, empiezo a dudarlo. Me encanta. Pero aquí estoy, diciendo cosas sin sentido, escribiendo otras. Veo el cielo, como siempre. Mi reflejo, en la ventana, esperando el moviento. Devenir. Notas agudas, altas, momentáneas. Recuerdo. Sólo eso, recuerdo y nada más. El movimiento del arco. Más recuerdos. ¿Todo está dicho?. No, jamás. Todo queda en la mente, en el corazón y muere en forma de respiración, en forma de nada. Sutil. Esperar, sólo eso. El Tiempo, tan cruel, tan sangriento, tan asesino. No hay ventana al alma si no se ve con cuidado. Y ¿a quién coños le importa? ¡A Nadie! Todos fingen, pero no, nadie. A mi, me encanta. Me preocupo, siento. Cogito Ergo Sum, consciente del Ergo Sum. Así es siempre, así debe ser. Doble, triple. Mírame.

Hace dos noches vi las estrellas; maldita contaminación, malditas luces. Ayer todavía se veían un poco. Pero hoy no, hoy sólo un cielo morado, no por eso menos bonito.

Tonta cobardía. Tonta Yo.

1 comentarios:

Octopus Queque dijo...

wow =) muchas gracias por el comentario =)
Los ojos, hay unos hermosos y unos normales. Me ha tocado ver de los dos, ultimamente sólo bonitos =) ahi es cuando unoq ueire que sean ventanitas, pero para leer la mente, o algo así.

Gracias ^^

 
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