Érase una vez un hombre que mató a su esposa por no cocinarle bien,
golpeó a su hijo por no decirle la verdad
y tachó de puta a su hija por usar maquillaje carmín.
Jamás se sentía avergonzado de lo que hacía.
A cada persona que se encontraba le contaba sus hazañas de violencia
Y de cómo retaba a la Omnipotencia de hacerlo sentir mal.
Por dentro era un hombre triste, por afuera era sólo un hombre
Un día que fue a la plaza de su pueblo
se encontró con un señor, que le dijo muy amablemente:
Por tu orgullo y tu soberbia, estas condenado
a vivir en la agonía de que un gato te arañe los testículos
y un pájaro te pique los ojos.
Hágase, pues, mi voluntad.
Y el hombre, al parecer, los disfrutó.
Fin
Bah, te dije que era malo el cuento, pero en rojo pongo lo que había puesto.
4 comentarios:
Eso ni es cuento, chales
es que me faltó poner lo demás, pero esto es lo interesante. Lo demás debe estar en un bloc de notas, botado....prometo buscarlo y como has sido el unico en dejar comment va con dedicatoria...claro, el cuento, no esta parte =)
Hmmm... pues eso ya es más cuento =P
Nah, definitivo: sí es!
jejjejejeje sta chistoso lo de los arañasos .... jeje
Publicar un comentario