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lunes, 7 de agosto de 2006

La verdad es que Cristina era una mujer bastante imbécil. Ya habían pasado 2 años desde lo ocurrido y ella juraba y perjuraba que era como si hubiera sido ayer. No entiendo por qué la culpa, en verdad que no lo entiendo. Miento. Pero supongo que, para ella, es bonito tener algo en qué distraerse. A mi me gusta leer, ver tele, salir a caminar. A ella le gusta darse golpes de pecho, creer que las desgracias hacen al buen poeta (que es válido, pero carajos, juro que en Cristina no es así) y cosas de ese estilo, las cuales son válidas. Tan válidas como yo queriendo salir del cuarto.

-Debes dejar de culparte, lo que pasó no fue otra cosa sino una estupidez influenciada por la televisión quizás. Cualquiera lo hubiera hecho. El problema es que si hubiera sido cualquiera me preocuparía que siguieras echándote la culpa.

-Pero es que éramos tan amigas! ¿lo recuerdas, Elsa?

-Claro que lo recuerdo, no jodas. No soy estúpida. Pero Cristina, por dios, es una historia adolescente. Sé que sus palabras son lo que te afectaron, no el hecho. Si ella no hubiera dicho nada estarías como yo. Pero no, lo dijo, y ahora la culpa te carcome el alma.

De todos modos, si me las hubiera dicho a mi yo seguiría igual. Perdí la fe hace poco y no pienso recuperarla. Me siento bien así, de todos modos la gente tampoco sabe querer, menos quererme. Es muy triste, lo acepto. Me siento sola, melancólica, taciturna. Creo en la catarsis y aún así no puedo evitar sentir un poco de envidia de Andrea.

-Lo sé, Elsa. Sé que a ti no te importaria ahora por que sabes superar las cosas, no les das importancia.

- No, Yo las escondo, trato de no re-creer. Fui una muchacha que creía en muchas cosas y ahora, cada día, todo pierde sentido. ¿Crees que me gusta ver el amanecer? ¿Crees que tengo una razón para levantarme? Cosas así no las elimino de mi vida. Cristina, eres una estúpida al decir eso. Dicho sea de paso, en tu pinche exageración piensas que el poeta es sólo conjunto de palabras lindas encontradas en la locura, en la sangre. Sí, dije en la sangre. Piensas que estar loco es bueno. Yo te puedo hacer un poema con tu mente en mi visión:

Lo que tienes es culpa,
lo que tienes es vacío.
La poesía está muerta,
la poesía no eres tú.

Mierda de ese estilo. Así como yo no quiero ser Heidegger ni Antonio quiere ser Andy Warhol, tú no deberías sacar una locura pendeja pretenciosa por los hechos acontecidos. Pasó y ya. Estas mal, lo sé. Pero no me digas que eso te hace ser la siguiente Borges. Si vas a sentirte mal, siéntelo, no lo busques. Ese es tu problema. No busques distracción. Entérate de que estás mal.

Cristina se quedó callada. Realmente nada de lo que le dije tenía que ver con el asunto, pero necesitaba sacarme eso del pecho. Así como ella necesariamente quiere decirme todo lo que le pasa por la mente, yo tenía que decirle que si va a sufrir por eso y se va a dar golpes de pecho, que lo haga bien y que no lo haga por escribir bien, pintar la siguiente Gernika o cosas así. Y empezó lo malo: lágrimas.

- Andrea no se merecía lo que yo le hice.

Andrea. Chica tremenda, aunque también un poco estúpida. Como yo, como Cristina.

- ¿Quién sí se merece algo así?

Debería callarme. Pero es inevitable responderle mal.

-Ella pasó al frente y se nos quedó viendo a todos unos minutos. La maestra esperando, con pluma en mano. "Proceed, Andrea". De repente me volteó a ver, con unos ojos llenos de furia o algo así.

- Tú estabas como si hubieras visto a Medea.

Lo bonito de leer mitología griega era que podía usar a cualquier personaje como ejemplo y usarlo de rol. Como para hacer comentarios atinadísimos.

-Me miró, Elsa. y le dije What? y ella siguió con esa mirada confundida, como que entre pensando hacerlo o no.

Cada que oigo la historia, que han sido en promedio como 100 veces, sin exagerar, me suena a noticiero de CNN. Oh, CNN también me gusta.

Me quedo callada ahora. Cristina me hablará de lo que pasó antes de todo el asunto en cuestión. Ese discurso, esas palabras tan punzocortantes. No es por nada, pero cuando oigo esos discursos antes - de- cometer- una - barbaridad, simplemente me lleno de encanto... Como el susurro al oído, como las ideas encontrándose: Those things just turn me on.

4 comentarios:

Raúl Aníbal Sánchez dijo...

"Cristina, eres una estúpida al decir eso. Dicho sea de paso, en tu pinche exageración piensas que el poeta es sólo conjunto de palabras lindas encontradas en la locura, en la sangre. Sí, dije en la sangre. Piensas que estar loco es bueno"

Dios, eres tan sabia, mujer. Tan sabia y tan pequeña. Por eso te quiero: por todo, todo junto.

Raúl Aníbal Sánchez dijo...

Esas frases las he apuntado para siempre en mi memoria; algun día alguien las escuchará a bocajarro de mi boca, con toda la furia con que fueron escritas.

Alejandro Chavarria dijo...

Nunca me había dado una vuelta por aquí, por este blog, bueno si una vez y descubrí a Architecture in Helsinski. Pero ahora que he estado leyendo con mas atención veo que hay cosas excelentes, y tienes una facilidad admirable para escribir, digo ya que todo parece muy natural, como debería ser todo cuento.

Saludos.

Octopus Queque dijo...

-Raúl: yo también te quiero por todo, todo junto. Y cuando apliques la frase me platicarás cómo estuvo? jajajaja debes aplicarla con furia y alevosía (como la rola esa de la novela del 13 hace unos años, pero creo que decía yo te quiero con aleeeeevosía ay ay ay ay).

Baisers!

-Alejandro: Architecture in Helsinki! me alegro que los hayas descubierto gracias al blog :3 son fenomenales esos muchachos. Realmente no sé si escribo bien, pero mucha gente me ha dicho que le agrada el blog, así que pues a seguir jojo.

Eso sí, en este caso a veces siento que es la pastilla de valeriana la que habla, no yo. Snif.

 
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