I can't believe the things you say.

Leo cosas, cosas que sé no tengo razones para hacerlo. Pero era tarde. Cuando menos lo pensé ya estaba leyendo, atenta, letra tras letras, palabras tras palabra, de vez en cuando algún dibujo. MINDFUCK. Sólo provoqué acrecentar cierto rencor que yo creí extinguido. Es hora de dejar de aferrarme al pasado, pero un pasado en verdad lejano! Era yo más joven, qué pasa. Siempre tuve un problema con ese diario. Me gustaría ser buena cristiana, como mi madre intentó criarme, y creer en el verdadero perdón, aquél que no me trae a la memoria cosas como para súbitamente cambiar mi humor, cambiar mi respiración. Mi educación cristiana, no hubo tal. No sé. Todo está tan bien estos días, ¿Para qué contaminarme con lo que ya ni siquiera me importa? Tal vez me enoja que ya no me importe, tal vez es hora de borrar. "Quisiera llegar pronto" de K. Dick habla de esto. ¿Por qué en estos momentos, donde puedo estar bien (y tengo razones para hacerlo), donde puedo hacer el esfuerzo de estar jodidamente bien, elijo contaminarme? Son cosas que no sólo tienen años, tienen también polvo y ni una nueva aspiradora como la mia podrían hacerles ver como buenas, no puedo verlas desde esa perspectiva.


**

Repito, dime, ¿Cómo no dejarte morir, ahora que sé que puedo hacerlo?

**

El rencor recordado. Ya no importa. La voz sigue, el piano se sigue escuchando. No invade nada. No hay ira, ya no existe la necesidad de salvar algo. Está perdido y no lo salvas. Primer momento: Proust. Lo has matado, así lo recuerdas y, como en Shutter, lo tienes como un muerto en los hombros.

**

Tal vez debería dejar de escuchar a the Dears. El romance no muere. Me contradigo en el mismo post y no me importa. Se olvida, no muere. No muere, yo lo sé. Te lo dice alguien que nunca ha sentido nada más allá de la incertidumbre.